La voz más lírica de Nelson Algren, como la de un Carl Sandburg empapado en Baudelaire
Publicado por Anónimo el 18.12.07“As the afternoon’s earliest juke-box beats out rumors of the Bronzeville night. // A rumor of neon flowers, bleeding all night long, along those tracks where endless locals pass. // Leaving us empty-handed every hour on the hour” (“Mientras la primera máquina de discos de la tarde apaga los rumores nocturnos del barrio de Bronzeville. // Un rumor de flores de neón que sangran toda la noche, junto a los raíles por los que pasan trenes infinitos. // Dejándonos con las manos vacías a cada hora en punto”). Reproduzco, al azar, tres párrafos del libro, de su página 76, para más señas. Sí, han leído bien: tres párrafos, y no estrofas. Porque no es un poemario lo que hoy nos ocupa, sino un libro inclasificable. Algunos lo denominan “poema en prosa”; otros, “el canto a la ciudad más americana”; hay quien llega a la analogía bíblica, convirtiéndolo en un relato apasionado sobre el cielo y el infierno que fue, que es Chicago. ¿En qué quedamos, pues? ¿Documento social? ¿Poema de amor? ¿Ruta de viaje para el Dante, perdido en un anillo de su Infierno ignoto para él? El texto se encuentra plagado de referencias directas a sus gentes, sus acontecimientos históricos, sus lugares relevantes, los escándalos más sonados, los que sólo el natural de la ciudad conoce al dedillo. Y para eso tienen, los que lo precisen, el compendio de notas al final del volumen, redactadas por los mejores editores que pudieran pensarse para él, ambos profesores universitarios nacidos y criados en Chicago, allí residentes, donde también querrán ser enterrados. Los que, por el contrario, no quieran detenerse en los detalles, podrán salvar las referencias a los hechos, los personajes o las calles, pues la prosa de Algren se vale sola, es espectacular, bellísima, seduce con su cadencia y su melodía, con las filigranas de imágenes que se suceden como pinceladas sobre un lienzo, creando figuras que toman vida ante nuestros ojos, brillando con luz propia a través del lirismo de las palabras. Si yo fuera bibliotecario, o librero, mucho me lo tendría que pensar antes de catalogar este volumen: optaría, al final, por incluir un ejemplar en la P de Poesía, otro en la N de Narrativa (aunque no es ni una novela ni una colección de relatos), otro en la H de Historia, uno más en la E de Ensayo… ¿Alguna sección sin él? Sí: la T de guías Turísticas, pues éste ha de ser el libro que la Cámara de Comercio de Chicago desearía que jamás se hubiese publicado.
[Nelson Algren, Chicago. City on the Make: 50th Anniversary Edition, Newly Annotated, Chicago: The University of Chicago Press, 2001, 135 pp.]
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